Este vídeo ofrece una reflexión profunda sobre el guqin, no solo como instrumento musical, sino como vehículo para el cultivo personal, espiritual y filosófico. Comienza con la experiencia auditiva: el sonido del guqin es sereno, distante, y evoca una antigüedad que invita al oyente a detenerse, contemplar y buscar su origen. De ahí nace el deseo de acercarse al instrumento, conocer su estructura austera — siete cuerdas sobre una caja de resonancia de madera — y aprender a tocarlo.
La interpretación al guqin implica dominar técnicas específicas de ambas manos, pero también elegir cuidadosamente las piezas que se ejecutan. El repertorio tradicional es vasto y abarca temas diversos: desde la naturaleza hasta los vínculos humanos y la introspección. Algunas composiciones notables, como “Guangling San” (廣陵散), de carácter heroico y trágico, o “Flowing Water” (流水, Liú Shuǐ), la obra que simboliza la conexión entre Yu Boya y Zhong Ziqi, encarnan no solo habilidades técnicas, sino también dimensiones narrativas y emocionales.
El vídeo plantea que, más allá del dominio técnico, tocar el guqin es una forma de autocultivo. La música del guqin se experimenta en distintos niveles: primero como imagen (yì jìng, 意境), luego como literatura (en tanto cada pieza encierra una historia, un poema o un ensayo), y finalmente como expresión musical, rica en variaciones de tempo, tono y dinámica. Estas capas desembocan en una comprensión más profunda del pensamiento tradicional chino.
El guqin, dice el narrador, incorpora enseñanzas del taoísmo, que sugiere la armonía con la naturaleza; del budismo, que resalta la dualidad entre lo intangible y lo real — la música como algo que no se ve ni se toca, pero que existe y transforma — y también del confucianismo, que destaca la importancia de la moralidad, la calma interior y la benevolencia (ren, 仁).
Esta convergencia de corrientes filosóficas convierte al guqin en un instrumento espiritual. La meta no es sólo tocar bien, sino alcanzar un estado de unidad entre el Cielo y la Humanidad (tiān rén hé yī, 天人合一). En este proceso, el intérprete se vuelve más consciente de su lugar en el universo, reflexionando sobre la naturaleza, el tiempo, la impermanencia y la armonía. Al final, el objetivo supremo del aprendizaje del guqin es llegar a un estado de “Suprema Bondad” (zhì shàn, 至善), un ideal de equilibrio y perfección moral, emocional y estética.
Así, como ocurría entre los antiguos sabios, tocar el guqin no es solo ejecutar una melodía: es una forma de conectar con el mundo, con los demás y con uno mismo.
Para aquellos interesados en profundizar en las enseñanzas del maestro Yuan, su canal de YouTube ofrece una variedad de contenidos relacionados con el guqin y su filosofía.
Canal de YouTube de Jung Ping Yuan 袁中平